viernes, 4 de noviembre de 2011

Karla Monroig, en Rosa.

 

A la bella actriz de ojos grises, quien la ve en televisión le toma miedo. Ha sido la mala de muchas telenovelas, incluyendo  la que filma actualmente, La Casa de al lado. A Panamá llegó con una agenda muy distinta, poniendo en pausa las grabaciones. Monroig visitó el Instituto Oncológico Nacional, donde tocó la campana con una paciente, marcando el final de su tratamiento de quimioterapia. Con una sonrisa aceptó el rol de ser portavoz aquel día de la campaña de prevención de la cinta rosada en nombre de la revista Ellas.
Para el almuerzo, 10 lectores de Ellas la esperaban en el restaurante Tejas del hotel Trump. Habían ganado el privilegio de estar allí luego de contestar a la pregunta “¿en qué momento te has sentido fuera de foco y cómo te enfocaste?”. Todos tenían valiosas historias de empuje. Una acababa de ser diagnóstica con cáncer de mama; otro había vivido la enfermedad a través de su madre.
Esa noche, Karla se paró frente al podio en el hotel Riu para animar a hacer la batalla al cáncer de mama, junto a Madelaine Leignadier (miembro de la junta directiva de Fundacáncer) y pacientes de cáncer que dieron su testimonio durante la conferencia.
La actriz puertorriqueña también habló de la presentadora de televisión y reina de belleza venezolana Eva Ekvall, quien no pudo estar presente en la conferencia, pero cuyo libro Fuera de foco, sobre su experiencia de cáncer de mama, se presentó durante la velada.
La conferencia cerró con la entrega de la donación de 10 mil dólares a Fundacáncer por parte de Ellas y los patrocinadores Naturals by Nutrine, Farmacias Metro, Kotex, Bonlac y Ricardo Pérez.